jueves, 16 de diciembre de 2010

Mi pobre arbolito

Pues es de lo que va esto. Mi arbolito de navidad ya está el pobre para el retiro, no es que tenga muchos años, sólo cumple 10, pero la verdad que eso en edad de arbolito debe ser como 70.


Ya se ve viejo, cansado, con espacios entre las ramas. Pensé en darle un funeral vikingo, pero siendo de plástico no quería que me acusaran de esparcir cancerígenos al aire.


Y para colmo de males, vi uno nuevo y muy bonito el otro día en Costco, réplica de uno de verdad, con luces de LED (para ahorrar el electricidad) y pensé en comprarlo.


Total, es lo que muchos hacemos, adiós al viejo modelo y bienvenida al nuevo, podría ser una metáfora para muchos, "Para qué una de 70 cuando puedo tener dos de 35" pero es la verdad.


Así que a final de cuentas decidí que por lo menos lo utilizaría esta navidad, lo saqué del depósito, coloqué la Angelita de la punta y los adornos.



Eso si, creo que es por los espacios que hay entre las ramas, los adornos vienen a poco. Acepto donaciones, no importa el personaje, siempre y cuando se pueda colgar del árbol sin hacer que este se vaya de lado.



¡Felices fiestas a algunos!, a los demás no.

lunes, 6 de diciembre de 2010

El natalicio del Emperador


Hoy se llevó a cabo la recepción para celebrar el natalicio del Emperador de Japón, Su Majestad Imperial Akihito. El embajador de Japón en Panamá, Su Excelencia Ikuo Mizuki, realizo el acto protocolar en su residencia, con un grupo selecto de invitados (petite comité).


Un grupo de niños de la escuela japonesa cantó el Kimigayo y el Himno nacional, para luego hacer una demostración de Taiko.


No hay mucho que contar sobre el evento, sin embargo en su discurso el Embajador mencionó la anterior Semana de la Cultura Japonesa:


"Es cada vez mayor el interés y la popularidad entre los panameño del Sushi y el ánime japonés..."

Más adelante dijo que para el próximo año, la Semana de la Cultura Japonesa se llevará a cabo en febrero -apúntenlo que la costumbre era marzo-, además de otras actividades.


Ya no queda más que decir, salvo ¡Felicidades!