lunes, 22 de agosto de 2011

La guerra de los mapaches (Pom poko)


Pom Poko, película de Ghibli de 1994, que ha envejecido a los estándares actuales y se vuelve lenta en ocasiones, mantiene el mensaje que el estudio lleva en muchas de las películas que ha creado, la destrucción del medio ambiente por parte de la raza humana.
En Pom poko las víctimas son los mapaches (tanuki) que viven en una montaña en la periferia de Tokyo y que ven su hábitat destruido por la construcción de una nueva barriada.
A los menores de 10 años la película puede resultar aburrida en ocasiones, ya que tratar de mantener la atención en las secuencias lentas podría ser casi imposible, por el contrario, las secuencias de fiestas, ataques a los constructores, transformaciones y desfiles gozan de un colorido y animación que no les dejaría despegar los ojos de la pantalla.
No estoy seguro a qué rango de edad iba dirigida, creo que podría estar entre los 11 y 14 años -niños todavía- que sin embargo no desesperarán en los momentos donde los mapaches son menos activos.
La ventaja de mantener las tradiciones es que escuchamos en Pom poko canciones tan viejas como Shojoji No Tanuki Bayashi además de una visita -limitada por cierto- al panteón de monstruos (bakemono) y kamis japoneses que sobrepasan los 10 millones de entidades.
De buenas a primeras recuerdo a las Rokurokubi, Yama-jijiiKurage-no-hinotama y por supuesto dos apariciones propias de Estudio Ghibli, un Totoro y Porco Rosso en cameo durante el desfile de los monstruos.

Tristemente, la memoria trabaja en contra nuestra, formando nuestros recuerdos y sazonado con las vivencias del momento, por lo que los recuerdos que tenía de esta animación eran mejores, ahora que la he revisitado después de siete años, pues no llega a lo que esperaba.
Como referencia para algunas leyendas y el panteón antes mencionado y desde un punto de vista puramente académico y de investigación me parece excelente, el sólo hecho de tratar de encontrar y poder nombrar algunos de los monstruos que aparecen en esta.
Tristemente difícilmente la recomendaría precisamente por el pequeño margen de público y por que a pesar de que para mi representa una fuente de investigación y búsqueda, no la veo como algo para perderse y disfrutar en un fin de semana o día de asueto.
La ventaja es que para los que quieran verla o los que quieran tener la colección de todas las películas de Estudio Ghibli, esta está disponible en DVD y Bluray por casas como la española Aurum o la mexicana Zima, poniendolas al alcance de los fanáticos.
En Panamá, estas películas han llegado a Sanborns en Multiplaza (revisar la sección de descuentos) y a la nueva Farmacia Arrocha camino a Cerro Patacon.

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