miércoles, 22 de mayo de 2013

Cuando el destino nos alcance


  Hoy tuve que ir al ex-laboratorio de fotografía de la Facultad, a buscar mi ampliadora. La doné hace no se cuantos años atrás, cuando dejé de revelar y ampliar mis propias fotos; pero pensé que los estudiantes podrían aprovecharla.

  Ahora, N cantidad de años más tarde y estando a escasas horas del descarte de todas las ampliadoras de mi ex-laboratorio, he ido a buscarla... Pero no como un acto de añoranza, no. La he desarmado, me he quedado con las piezas que me interesan o que puedo reutilizar en alguna otra cosa y el resto lo he dejado allí.

  Descarte, en términos humanos significa que todas las ampliadoras que están en el salón irán a parar a la basura; nadie reciclará las partes metálicas, salvará las tuercas o tornillos, sacará los focos que todavía funcionan o cortará los cables eléctricos para arreglar algo. No, del salón al basurero.

  Eso me dio tristeza y me hizo recordar los tiempos que pasé, primero en la Facultad y luego en mi casa, revelando negativos, ampliando fotos y haciendo montajes y efectos especiales (el fotochop manual). Se lo comenté al profesor Yau, que estaba conmigo y me dijo que pensaba lo mismo.


  Trabajé la fotografía por mucho tiempo, era un trabajo-hobby, algo que me gustaba, divertía y me permitía conseguir dinero para seguir con el hobby, con el pase a digital lo dejé, las cámaras profesionales al inicio eran demasiado caras y no podía darme el lujo. Ya hace menos de dos años que he vuelto a las andadas y sigo tomando lo que me gusta, pero ahora he dejado la parte de trabajo de lado y me he quedado con el hobby, pero uno nunca sabe.


  Siempre pensé que debió ser raro para los que vivieron el paso de los caballos y carruajes a los autos y trenes, ni hablar de los aviones; pero nunca pensé que me tocaría a mi vivir uno de esos cambios. Nada como el olor de Dektol en el aire para sentirse uno vivo, ya dirán los médicos en unos años que respirar esos químicos produce quien sabe qué.

  Ahora, —y si mi novia me deja tendré una lámpara post-modernista o industrialista salida de una vieja Beseler 45 MT; el pie también lo he guardado, era motorizado y estoy seguro de que algo se me ocurrirá hacer con eso... Ahora mismo no tengo idea qué, pero algo llegará.



Nada que un paño húmedo no pueda limpiar...

  Es el fin de una era, para bien o para mal la fotografía está ahora al alcance de todos y si bien es cierto que hay muchos que la usan como diversión tratando nuestros viejos defectos como sus nuevos efectos, existen más profesionales que con sus trabajos nos dejan maravillados y boquiabiertos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te compro el cabezal de la ampiadora.
eltrapin@hotmail.com